Este retablo procede del convento de San Domenico, en Fiésole (Toscana, Italia) y fue llevado a España a principios del siglo XVII. Muestra en un primer plano la Anunciación: el arcángel San Gabriel se aparece a la Virgen María y le comunica que está encinta de Jesús.

Bajo la bóveda se cuela un haz de rayos de sol que
transportan una paloma, símbolo del Espíritu Santo. La delicadeza y el cuidado de las figuras, además de ser una característica del incipiente espíritu renacentista de la época, se corresponden con la personalidad del autor, que le valió el sobrenombre de Fra Angelico por La Anunciación, de Frangelico su ferviente y piadosa religiosidad.

Elementos del estilo nuevo, como la cuidada perspectiva arquitectónica o el paisajismo de la escena de la expulsión de Adán y Eva del jardín del Edén, en segundo plano, conviven con otros medievales, como el uso del pan de oro. En la predela, o parte inferior del retablo, se muestran
escenas de la vida de la Virgen.